jueves, 18 de julio de 2013

UN POEMA DE ANTAÑO

Vacíos
Y al final... ¿qué nos quedó? 
quizá el recuerdo de unos pocos 
los únicos 
los momentos devorados con ansia
como queriendo 
guardarlos bien en la mente 
hiriendo 
marcando la memoria 
de cada una 
de cada historia... 

¿Cómo ocurrió? 
¿Es que nunca nos amamos? 
quizá eso pasó 
dejamos de llamarnos... 
ya no ocurrieron divertidos 
los escapes eternos 
dentro de un hotel 
donde tu piel 
chorreaba miel 
que locamente bebía... 

Ahora, desde una distancia 
que parece infinita 
me haces ver tu arrogancia 
tu naturaleza exquisita 
de persona que parece 
que haciendo mal vivir quisiese 

Pero dale 
dale corazón 
sepúltame viva 
todo vale 
desde una funebre canción 
hasta una voz que cautiva 

No se escribir 
solo hago el intento 
¿Tendré que desistir? 
¡Quién sabe! 
igual que contigo 
terminaré aceptando 
que es más sabio 
quien reconoce, vencido, 
que nunca ha podido 
nadar en tus ojos 
sin dejar de ser un simple antojo

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