sábado, 7 de septiembre de 2013

LA DISCRIMINACIÓN EN LA COMUNIDAD

Nuestra sociedad carece de muchas cosas, de respeto, de preocupación por el otro, de tolerancia… muchos ni siquiera saben el significado de esta palabra.

Tolerancia es la cualidad del ser humano que implica aceptar al prójimo tal y como sea este, con todo el conjunto de pensamientos y actitudes propias que lo hacen distinguirse de entre muchos.
 
Esta cualidad, la de ser tolerantes, casi no existe entre los que conforman la sociedad peruana debido a que esta se rige primordialmente por parámetros, formas de pensar, mitos, costumbres, que están muy arraigados y que no permiten ni siquiera concebir que esa persona que tiene distintas costumbres, formas de sentir y de comportarse, también es un ser humano de carne y hueso.

Por supuesto que pensar en que la sociedad peruana acepte a la comunidad LGBT (Lesbianas, Gays, Transexuales, Transgéneros, y Bisexuales) es muy difícil. Y digo por supuesto debido a la gran cantidad de sin razones que inundan el criterio de muchos, que ni siquiera toleran el hecho del andar pausado y tembloroso de una anciana que justamente va delante del grupo de muchachos que sale de la universidad, quienes sin mirar ni percatarse de lo que hacen irrumpen empujando y casi dejando caer a esta señora, solo para llegar rápido a su destino: la sanguchería de la esquina.

Este es el mundo donde impera la ley de la jungla, donde sobreviven los más fuertes y mejor parados, donde por adornar y distraer la atención del pueblo promocionan casos de injusticia tomada de la mano del lesbianismo, show gratuito que contribuye con el gobierno aprista para que el alza del costo de vida quede en segundo plano.

¿Y qué sucede con la misma comunidad LGBT?, pues que entre sus integrantes existe un viejo y cotidiano prejuicio. No existe la tolerancia, y lo digo y afirmo porque lo comprobé en mis participaciones en los talleres del MHOL.

Suelo ser amiga de todos, sean estos de distinta condición social, raza, credo, sexo, opción sexual. Para mí todos son amigos o amigas, seres humanos con los que puedo compartir ideas, sentires. Hace un tiempo conocí a Fiorella, transexual que anteriormente fue vocalista de un conocido grupo de rock, muy perseguido por sus fans mujeres. Ella varias veces salió del taller del MHOL de los lunes conmigo, para comer algo en uno de los chifas de la Petit Thouars.

Conversamos mucho, nos contamos intimidades, y fui testigo de lo mal que la trataron en el MHOL. Simplemente las dirigentes de esta organización la sacaron de las reuniones de los lunes, en donde se juntan todas las lesbianas, y le dijeron que vaya los viernes, donde le correspondía por ser reuniones para chicos gays.

¿Qué no existe la discriminación entre nosotros, los de la comunidad?, ¡mentira! Fiorella es lesbiana, le gustan las mujeres y es mujer, y no tenía que irse al grupo de los chicos gay porque no está dentro de estos.

Las dirigentes del MHOL esgrimieron excusas sobre su actitud diciendo que Fiorella iba a confundir a las chiquillas que van a los talleres. Yo digo, como dije antes: «Entonces, ¿para qué están las dirigentes en el MHOL? ¿No es para explicar bien a las chicas las distintas formas de sentir que existen? ¿O es que en realidad ellas mismas no podían ver a Fiorella dentro de su grupo?».

Esto para mí es discriminación, la misma que las dirigentes del MHOL tanto dicen combatir.

Esa es una de las razones por las que ya nunca regresé a los talleres de los lunes, y si lo hice hace como un año fue tan solo para ver una película, mas no para escuchar el mismo trillado discurso.

No regreso justamente porque quiero respetar su espacio, ellas saben si está libre de discriminación o no. Ellas tienen su verdad, y son felices así. No comparto sus ideas, por eso decidí irme. Para mí todos los seres humanos tenemos los mismos derechos, sean estos heterosexuales, homosexuales, transexuales, transgéneros, o bisexuales.

Si Fiorella es transexual y no la consideran lesbiana, pues yo sí la considero lesbiana porque es una mujer a la que le gustan las mujeres. Si los dirigentes del MHOL deciden que no es así, que es transexual, entonces ¿qué esperan para dedicar un día de la semana a los transexuales hombres y mujeres? Ellos y ellas también merecen su atención y respeto.
18 de abril del 2008.

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