ENCUENTRO INESPERADO

Ayer estuve paseando por Miraflores, cerca del óvalo donde está el cine El Pacífico, y me di con dos parejas homosexuales en diferentes momentos. ¡Sí! Primero eran dos chicas de mediana edad que pasaron abrazadas y felices, ¡fue lindo verlas! Después dos chiquillos, también envueltos en la nube del amor, desfilaron abrazados y acariciándose. Y todas estas demostraciones a las 8 de la noche, ¡muy temprano y sin temores!

Ambas escenas hicieron brotar de mis labios sonrisas placenteras. ¿Será que Lima ya cambió? ¿Nuestro grupo por fin se ha hecho visible? ¿Es que ya no existe el temor de demostrar el amor hacia una persona del mismo sexo en público?

Bueno, creo que la segunda pregunta puede contestarse afirmativamente, mas no las otras dos,
a pesar de lo que vi. Todavía falta bastante para que todos nosotros nos sintamos libres de temores y podamos expresar nuestro amor sin miedo. Aún existe gente en mi país y el mundo que puede agredirnos no solo verbalmente; muchos recibieron golpizas que les quitó la vida.

Sin embargo, la semilla ya está dando frutos. Son pocos, es verdad, pero citando a Vallejo puedo repetir: «Son pocos, pero son».