Casi ya estamos en un año nuevo, con toda la esperanza de desear que sea el mejor de nuestras vidas. Pensamos en un nuevo amor, en más dinero y hasta en viajes a otro continente. Todos estamos entusiasmados por el pronto inicio del 2015. ¡Uau! ¡Qué bien suena! Todavía recuerdo cuando entrábamos al siglo XXI, al año 2000. Nos parecía extraño pasar así a otra numeración. Incluso más de uno habló del fin del mundo; para variar.
Imagino que tú, querida amiga, también te harás muchos planes para estos 365 días que ya se asoman nuevecitos. Es como si tuviéramos una página en blanco para escribir o reescribir nuestras vidas. Qué bien suena esto. Es como hacer un nuevo pastel pero esta vez sin olvidar ningún ingrediente. Seguro que va a ser mejor que el anterior que hicimos porque tuvimos la oportunidad de rehacerlo.
Hay que aprovechar este tiempo que nos regalan. Busquemos en los lugares acertados a la mujer que amaremos y que nos amará. Fijémonos, esta vez, en alguien que valga la pena. Muchas veces nos dejamos deslumbrar por unos ojos acaramelados, una boca perfecta y una cintura de infarto, pero muchas veces eso no basta. Y no es suficiente porque la mujer perfecta físicamente muchas veces no lo es por dentro. Le falta corazón, alma, sentimientos. Si es carente de todo eso, ¿cómo nos va a amar?
Por eso te digo, amiga, no busques el mejor rostro sino lo que hay detrás de los ojos y la envoltura que los gusanos algún día se comerán. El espíritu vivirá por siempre y es lo que importa. Una mujer que sea capaz de llevarte a mundos pintados de colores, a espacios únicos, a pisar nubes pero sin olvidar la realidad. Una chica que te quiera tanto que solo piense en tu bienestar, que antes de que le compres algo te diga que ella sería muy feliz con una rosa roja, porque no quiere que malgastes tu dinero. Alguien bien mujer que sueñe contigo y te haga el amor con la suavidad y ternura que espera tu cuerpo y tu alma.
Empecemos bien este 2015, con la esperanza de encontrar a nuestra chica y no soltarla jamás o renovar los votos de amor con tu pareja. Luchemos por un buen trabajo, ese que nos hace feliz de hacerlo y que encima nos pagan por ello. Busquemos nuevos espacios, mejores ambientes, amistades que nos den alegría y que nos hagan crecer. Usemos nuestro intelecto para cosas buenas, apoyemos luchas justas y defendamos lo que debe ser, como la aceptación de los matrimonios y relaciones homosexuales por nuestra sociedad.
Hagamos que este Año Nuevo valga la pena para todas. Saquemos la cara por nosotras, por nuestras luchas y nuestras necesidades y sepamos satisfacerlas logrando que cada vez más personas se den cuenta que nosotras valemos por lo que somos: chicas lesbianas que trabajan, pagan sus impuestos, aman a otras, compran y están en la vida social como todos y que por eso tenemos derechos que la sociedad debe reconocer.
Levantemos nuestras voces para lograr que luchas importantes tengan resultados positivos, como la de dos madres que buscan el reconocimiento de la maternidad que las une a un niño o la aceptación del vínculo matrimonial de dos mujeres que se aman desde hace tiempo y que merecen los mismos derechos que una pareja heterosexual porque es justo.
Estrenemos este 2015 luchando por lo que es justo para la comunidad LGBTIQ (lésbica, gay, bisexual, travesti, transgénero, transexual, intersexual y queer). Es un reto que debemos tomar ya.
¡¡¡Feliz Año Nuevo, queridas amigas!!!
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